miércoles, 16 de junio de 2010

Carajera mental

La buena noticia es que llevo tres días sin ver a los encargadillos, la mala es que mañana me los volveré a encontrar. La naturaleza es así, tiene memoria y siempre vuelve a su cauce... ¿O eso era el agua?
Bueno da igual.
La cosa es que he estado tres días en otra ciudad diferente a media hora más que en la que estoy de costumbre y soportando un temporal de la leche que me ha calado hasta los huesos ayer y hoy.
Con todo esto, si tuviera que ir mañana sería feliz. Pero resulta que no, que mañana vuelvo otra vez al muro de las lamentaciones en que se ha convertido la cueva (mi adorada y antigua cueva nada tiene que ver con esta que están construyendo a base de nervios, gritos, risas sin gracia y pisotones en la cabeza para ver quien asciende más y antes). Qué asco...
Echaré de menos el ambiente y la gente de hoy. Y no sé qué voy a hacer, tengo la cabeza como una olla de grillos auténtica.
De momento lo que me tiene más desconcertada es la declaración de la renta. Dicen que en abril me enviaron el borrador y yo ni lo he olido. Ponen de excusa que lo enviaron por correo ordinario ¿y ? ¿y? ¿y?
¡¡¡¡Quiero mi borradoooooooooor!!!!!
¡¡¡¡No quiero bajarme el programa padre!!!!
¡¡¡¡Quiero que me devuelvan!!!!
¡¡¡¡Y quiero una isla desierta a todo confort para Polita y para mi, y un avión que no se mueva con las turbulencias para traer a toda la gente que queremos y nos quiere!!!!
¡¡¡¡Y vivir sin tener que dar cuentas a nadie!!!!

¿Es tanto pedir?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajajajajajajajaja
Que a la isla se pueda acceder también por barco!!!!!!!
Besos