domingo, 16 de diciembre de 2007

Hahnemann

Semejante cura a semejante... ¿Será verdad? En homeopatía funciona, pero me echo a temblar de sólo pensarlo.
Yo quiero que lo que cure sea diferente para evitar de raíz el riesgo de volver a enfermar.
A ver, yo estoy mala, y resulta que para ponerme bien tengo que encontrar un remedio semejante a lo que me produce la enfermedad. Supongo que para algunas afecciones puede valer, pero para otras lo dudo mucho.
Que si, que el remedio tiene que estar muy diluido, tanto como para llegar casi al número de Avogadro (6.0235 por diez elevado a 23) porque sino la sustancia medicamentosa es una molécula inerte, es decir, solo se conseguiría el efecto placebo.
Efecto placebo... ¡¡qué momentoooo!!
Lo he experimentado no hace mucho.
Lo que hace la mente ¿eh? Llevas meses con dolores por todo el cuerpo y de pronto te dicen "mira, esta bolita te va a venir bien, ya verás"
Me la tomo como chica obediente y desesperada que soy, y empiezo a sentirme cada vez mejor hasta constatar que no me duele nada.
Pregunto qué llevaba el compuesto y cuando me dan la fórmula leo "tranquiltaticum, felicitaticum, sonrisicum, tempus y acua c.s.p."
Está clarísimo viendo esto que semejante no cura a semejante, a mi me está curando lo diferente.
Eso, si es que alguna vez he estado mala....


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro!!! Hahnemann es el que definió los principios homeopáticos!!!
Shokala!!!

Meli Keller dijo...

Killa que no te pispas de ná. Que fuerte... es que hay que se mu shunga pa no sabé eso ajín sin pensá. Si es que ar finá la hispalense sirvió de argo...